Ratatouille
¡Atención, amantes de la cocina y fanáticos de Ratatouille! Hoy les traigo una receta que los dejará boquiabiertos. Se trata del famoso pisto horneado, también conocido como confitado byaldi. Este plato es una creación del genial chef Thomas Keller y fue la inspiración para el delicioso pisto de la película de Pixar Ratatouille.
Imagínense capas y capas de calabacín, berenjena y tomates, todo sobre una deliciosa salsa piperade hecha con pimientos rojos, tomates y un montón de hierbas aromáticas. ¡Es sencillo, refrescante y súper rico!
Ahora, les advierto que esta versión no es la típica receta de pisto que conocen. Es un poco más complicada, pero créanme, ¡vale la pena el esfuerzo! Este plato es perfecto para sorprender a su familia y amigos en reuniones o cenas.
Ingredientes:
Salsa piperrada:
- 2 Pimientos rojos
-1 Libra de tomate
-2 Cucharadas de aceite de oliva
-2 Echalotes o chalotes grandes pelar y cortar en trozos grandes
-4 Dientes de ajo picados grueso
-1/2 De taza de vino
-4 Ramitas de tomillo
-1 Ramita de albahaca
-1 Cucharadita de sal Kosher o sal fina
-2 Cucharaditas de azúcar granulada
-1 Pizca de pimienta negra
El resto del platillo:
-4-5 Tomates roma cortados en rodajas de 1/2 de ancho
-1-2 Calabazas cortados en rodajas de 1/2 de ancho
-1-2 Calabacines cortados en rodajas de 1/2 de ancho
-1 Berenjena cortados en rodajas de 1/2 de ancho
-Dos cucharadas de aceite de oliva y mas para rociar
-Sal
-Pimienta molida
Preparación de salsa
Para empezar, vamos a lidiar con esos traviesos pimientos rojos. Si tienes una estufa de gas, coloca los pimientos directamente sobre las llamas y cocínalos a fuego medio alto. Pero ten cuidado, porque estos pimientos pueden ser un poco rebeldes y su piel carbonizada puede volverse ámbar en la llama. Así que asegúrate de girarlos con unas pinzas resistentes al calor para que se queme la mayor cantidad posible de piel. ¡Es como un espectáculo de fuego en tu cocina!
Si no tienes una estufa de gas, no te preocupes. Puedes usar el método del horno. Precalienta el horno a 425°F y envuelve los pimientos en papel de aluminio. Luego, mételos en el horno y espera pacientemente durante unos 15 a 20 minutos. Mientras tanto, puedes hacer una pequeña danza de la cocina para entretener a los pimientos.
Una vez que los pimientos estén bien carbonizados y calientes, colócalos en un tazón resistente al calor y cúbrelos para que se cocinen al vapor. Déjalos reposar durante unos 5 a 10 minutos, como si estuvieran tomando un relajante baño de vapor.
Ahora viene la parte divertida: quitarles la piel. Puedes hacerlo frotándolos en un recipiente con agua o con el dorso de un cuchillo. ¡Pero ten cuidado de no resbalar y hacer un desastre en la cocina! Una vez que hayas quitado toda la piel carbonizada, retira el tallo y las semillas de los pimientos y córtalos en trozos medianos. ¡Listo, los pimientos están listos para la fiesta!
Ahora pasemos a los tomates. Llena una olla con agua y ponla a hervir. Mientras esperas a que el agua hierva, usa un cuchillo para quitarles el corazón a los tomates y hazles un corte en forma de "X" en la parte inferior. ¡Es como si les estuviéramos dando un peinado nuevo y moderno!
Cuando el agua esté hirviendo, sumerge los tomates durante unos 10 a 15 segundos y luego sácalos rápidamente. Ahora viene la parte mágica: pela la piel de los tomates y córtalos en trozos pequeños. ¡Los tomates están listos para unirse a la fiesta de los pimientos!
Ahora es el momento de preparar la salsa piperrada. Calienta un poco de aceite de oliva en una cacerola mediana a fuego medio y agrega la chalota picada y el ajo. Saltea todo hasta que la chalota comience a verse traslúcida, como si estuviera usando un disfraz de cebolla.
A continuación, añade los pimientos morrones y los tomates preparados, junto con un poco de tomillo y albahaca. Saltea todo durante unos segundos, como si estuvieras haciendo una coreografía culinaria. Luego, agrega un poco de vino tinto y revuelve para combinar todos los sabores. ¡Es como una fiesta de sabores en la cacerola!
Deja que la mezcla de pimientos y tomates hierva a fuego lento durante unos 30 minutos, hasta que se reduzca y se vuelva deliciosa. Revuelve de vez en cuando para asegurarte de que todos los sabores se mezclen y se diviertan juntos. Cuando esté lista, retírala del fuego y desecha la albahaca y el tomillo. ¡No queremos que nadie se quede atrapado en la salsa!
Ahora viene el momento de la magia de la licuadora. Toma una licuadora de inmersión o una licuadora normal y mezcla la salsa hasta que quede suave y deliciosa. Luego, cuela la salsa a través de un colador para asegurarte de que no haya trozos indeseables en tu salsa. Queremos que sea suave como la seda y sin sorpresas desagradables.
Una vez que hayas colado la salsa, viértela nuevamente en la cacerola y sazónala con un poco de azúcar, sal y pimienta negra. Deja que la salsa se reduzca a fuego medio bajo, hasta que tenga la consistencia perfecta. Queremos que sea lo suficientemente espesa como para trazar una línea a través de ella sin que se junte inmediatamente. ¡Es como dibujar con salsa en tu plato!
Ahora, aquí viene un consejo importante: te recomendamos encarecidamente que coloques una tapa en la cacerola, pero mantenla abierta. ¿Por qué? Porque esta salsa burbujeará y probablemente salpicará como una fiesta en la piscina. Así que mantén la tapa lista para protegerte de cualquier salpicadura sorpresa.
Preparación del platillo
Primero, enciende el horno a 375 °F y coloca una bandeja para hornear en la rejilla del medio. ¡Preparémonos para la acción!
Ahora, necesitamos una cacerola ovalada de 12 pulgadas y una hoja ovalada de papel pergamino que quepa sobre la cacerola. ¡Estamos listos para armar este delicioso plato!
En la cacerola ovalada, agregamos la salsa piperrada preparada y la agitamos para nivelarla. ¡Es como hacer una obra de arte culinaria!
Si quieres ser como en la película, reserva un poquito de la salsa para hacer la "vinagreta" de piperrada. ¡Vamos a impresionar a todos con nuestra presentación!
Ahora viene la parte divertida. Coloca el calabacín, la berenjena y el tomate en la cacerola, en orden alterno, desde el borde hacia el centro. ¡Es como hacer un mosaico de colores deliciosos!
Mantén las verduras bien unidas, con una distancia entre ellas de ⅛ a ⅙ de pulgada. ¡No queremos que se peleen en el horno!
Si ya tienes las verduras cortadas, puedes tenerlas en una bandeja mientras esperas a que la salsa piperrada se reduzca. ¡Esperar nunca ha sido tan divertido!
Una vez que la cacerola esté llena de verduras, rocía un poquito de aceite de oliva sobre ellas, seguido de un poco de pimienta negra y sal. ¡Vamos a darle sabor a esta fiesta de sabores!
Cubre la cacerola con la hoja de papel pergamino ovalado que preparamos antes y mételo al horno. ¡Espera unos 45 minutos mientras las verduras se cocinan y se vuelven tiernas!
Puedes comprobar si están listas insertando un palillo o un cuchillo en el anillo central de verduras. Deben tener un poco de resistencia, pero no estar duras ni crudas. ¡Es como hacer una prueba de resistencia culinaria!
Ahora viene la mejor parte: ¡disfrutar del pisto caliente con una generosa cantidad de salsa piperrada! ¡Es como una explosión de sabores en tu boca!
Si quieres ser aún más sofisticado, puedes hacer la "vinagreta" de piperrada. Solo mezcla ¼ de taza de salsa piperrada con 2 cucharadas de aceite de oliva y mézclalas brevemente. ¡Queremos que se vea como una obra de arte en el plato!
Y listo! ya puedes disfrutar de este deliciosos platillo mientras ves Ratatouille
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